Un fin de semana con poca información, y encima empezando la Liga uno se apalanca aún más en el sillón, pero lo más interesante ha sido la noticia que ha dado THR sobre que Joseph Kosinski (Oblivion, Tron Legacy) ha comenzado las negociaciones con Warner Bros. y Appian Way para ponerse al frente de The Twilight Zone, nueva adaptación al cine de la famosa serie creada por Rod Serling.
Tras unos años dando vueltas, con Matt Reeves (Déjame Entrar) y Anthony Peckham vinculados al proyecto (en la dirección y el guión respectivamente), la adaptación renace con Kosinski seguramente desarrollando una historia nueva.
El programa ha tenido varias versiones, la serie original que se emitió entre 1959-1964 con el nombre en España de La Dimensión Desconocida, la película En los Límites de la Realidad de 1983 con cuatro segmentos dirigidos por Steven Spielberg, Joe Dante, John Landis y George Miller. Telita. Y en 2002 una nueva serie con Forest Whitaker como narrador llamada Los Límites de la Realidad.
Espero muchas cosas de Kosinski en los próximos años. Tron Legacy ha ido ganándome con las revisiones. El diseño de producción y los efectos especiales son sencillamente perfectos, Olivia Wilde se come la pantalla, Jeff Bridges estando en modo Nota se roba la película y la BSO de Daft Punk es sublime. Hay cosas muy mejorables claro, la historia es un remake encubierto de la primera, Hedlund esta de calabozo y la versión digital de Bridges termina acampando en el valle inquietante por puro agotamiento. Además el cambio de ideología del Atari de la primera hacia el estilo Apple de la secuela es muy marcado.
Oblivion me ha parecido un salto considerable en su carrera. Primero por querer contar una historia con unos personajes antes de ir por el espectáculo fácil de tiros y explosiones (que los hay, tanto por necesidad del guión como de la propia producción de la cinta. Nunca te dan 150 millones para rodar una peli intimista) teniendo a un gran Tom Cruise demostrando una vez más que es el actor más profesional de todo Hollywood. Andrea Riseborough lo peta. Así de claro. La música de M83 también es la hostia. Kosinski en la dirección demuestra su buen hacer en la creación de planos perfectos pero la película también acusa mucho su giro cuando entra en escena física el personaje de Olga Kurylenko (que tiene cero química con Cruise), Nicolaj sólo está para tener algún rostro reconocido más en el reparto. Y
Morgan Freeman es el explicador de las cosas para cuando el filme alcanza los
110 minutos y todavía no ha mostrado definitivamente sus cartas.
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